A la tremenda crisis económica que atraviesa la provincia desde el año pasado, con trabajadores estatales que todavía no cobraron la totalidad de los salarios de marzo, Chubut le suma ahora una delicada situación institucional con el gobernador Mariano Arcioni y su vice Ricardo Sastre al borde de la ruptura.

La tensión entre ambos es evidente desde hace meses, casi desde el mismo comienzo de la gestión. El vicegobernador no ha ahorrado críticas a Arcioni, las cuales hace trascender a través de su entorno, especialmente de sus intendentes aliados, Adrián Maderna (Trelew) y su hermano Gustavo Sastre (Puerto Madryn).

Pero ahora la tensión pasó a una nueva etapa, con la ruptura del bloque "Chubut al Frente", la alianza que llevó a Arcioni a la reelección. La bancada oficialista, que tenía una amplia mayoría de 16 legisladores (sobre 27 que integran la cámara), quedó ahora con apenas 7 que responden al gobernador, la tercera minoría (el Frente de Todos tiene 8).

Nueve legisladores que responden a Sastre y Maderna anunciaron que conformaran un sub-bloque dispuesto a votar en contra de los proyectos de Arcioni. Desde la nueva bancada y cerca del vice se encargan de afirmar que no es ruptura de la alianza de gobierno, aunque se le parece bastante.

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"La decisión adoptada obedece a las profundas contradicciones establecidas con varios proyectos enviados desde el Poder Ejecutivo, sin que las mismas hayan sido analizadas en conjunto o al menos consultadas, demostrando una subestimación al rol de los diputados que integran el bloque oficial", sostuvieron en un comunicado. Dicen que a partir de ahora analizarán cada propuesta y definirán si la votan.

Pero individualmente fueron menos diplomáticos. "Arcioni no consulta a los referentes ni a los intendentes Maderna y Sastre. El gobernador no escucha al pueblo, hay trabajadores que llevan meses sin cobrar", afirmó la diputada Leila Lloyd Jones. "Este interbloque es para marcar las diferencias que tenemos con el Gobierno provincial", dijo Mariela Williams.

Los hermanos Sastre habían expresado esta semana críticas públicas a Arcioni por su decisión de salir de la cuarentena dura y habilitar la mayoría de las actividades. "No entiendo algunas medidas. Y no creo que la solución sea abrir absolutamente todo, con la excusa de tener pocos casos. Pareciera que no toman dimensión de lo q se vive y sus riesgos", tuiteó el vice.

Como sea, Arcioni quedará de extrema debilidad en la Legislatura donde deberá negociar con este bloque para poder sacar cualquier iniciativa. Pero, más grave aún, si la ruptura se termina de desencadenar, el gobernador quedaría incluso en riesgo de poder ser sometido a un juicio político ya que le responde menos de un tercio de los legisladores. El año pasado desde el kirchnerismo habían sugerido la idea. Esta semana lo planteó la presidenta de la Asociación de Magistrados, Carina Estefanía.

De todos modos, un dato no menor es que el mandatario chubutense cuenta a nivel nacional con un apoyo fuerte de Alberto Fernández y Sergio Massa.